Te echo de menos. Aquí, sentada junto a la ventana de este cuarto azul cielo, o bajo el paraguas que compartiamos. Te echo de menos en cada atardecer frente al mar, en cada charco y en cada ráfaga de viento. Te extraño cuando sale la luna, cuando siento frío en mi cama ,incapaz de dormir, o al soñar con uno de tus besos. Estás en cada risa, en cada lágrima y en las olas del mar.
Y luego pienso que ya no estás, que tan solo fuiste un espejismo, una maldita ilusión que se tornó amarga. Pero no te vas, sigues ahí.
Siempre estarás ahí para recordarme que me quedé con las ganas. Con las ganas de ti.
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos, y las palabras se me apartan y me vacían las entrañas. Finjo que no sé que no has sabido, finjo que no me gusta estar contigo y el perderme entre mis dedos de recuerdos sin esfuerzo. Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.
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