Y las alfombras sirvieron para esconder nuestras palabras, las persianas bajadas ocultaban nuestros corazones. Se agrietaron las paredes y lo disimulamos con una mano de pintura y algún que otro cuadro mal colgado.
Se vaciaron las estanterías y se llenaron las papeleras.
Ni tú ni yo fuimos capaces de solucionarlo.
Fallaron los cimientos y se nos derrumbó por la base.
Y ahora nos molestamos en recoger de los escombros algún que otro recuerdo de lo que un día fuimos. Le sacudimos el polvo y lo metemos en una bolsa para llevárnoslo a nuestra nueva vida; incapaces aún hoy de pasar página.
Y ahora nos molestamos en recoger de los escombros algún que otro recuerdo de lo que un día fuimos. Le sacudimos el polvo y lo metemos en una bolsa para llevárnoslo a nuestra nueva vida; incapaces aún hoy de pasar página.
Ignorantes todavía de que fue lo que falló, intentaremos construir en otro lugar, con otra persona. Repasaremos nuestros planos y los compartiremos, mejorándolos y quedándonos con algunos viejos errores.
¿Quién sabe si se derrumbará?
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