PALABRAS

Salen palabras de mi boca y no soy capaz de pararlas. Huyen de mí tan rápido que estiro la mano pero no soy capaz de cazarlas.

Y sé que me arrepentiré de haberlas dicho, pero me dolería demasiado callarlas.

Así que dejo que fluyan, no me molesto en obstaculizar su paso, sabedora de que sería en vano. Que salgan, revoloteen en el aire y envenenen tus oídos.

Que claven sus puñales en tu corazón, que escuezan, que remuevan viejas heridas que sus antepasadas produjeron en ti.

Que ya habrá tiempo de comprar rosas y pedir perdón, que ya llegará la hora de las palabras bonitas, dales tiempo